Cómo saber qué fuente usa una web en segundos (guía fácil)

por | Marketing Digital

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Seguro que alguna vez has visto una web y has pensado: “qué tipografía tan limpia, ¿cuál será?”. Y ahí empieza el dilema. No sabes si es de Google Fonts, si es algo exclusivo o si podrías usarla en tu propio proyecto. Así que vamos a lo que de verdad te interesa: cómo saber el tipo de fuente que usa una web sin complicarte demasiado.

Índice

Métodos fáciles para averiguar una tipografía

Hay varias formas, y algunas son tan rápidas que casi da rabia no haberlas usado antes.

Extensiones: lo más rápido si no quieres pensar demasiado

Probablemente es lo que usa la mayoría. Instalas una pequeña herramienta en el navegador, pasas el ratón sobre el texto y te dice el nombre de la fuente al momento. Funciona genial para quien solo quiere saber cómo se llama la fuente.

Algunas que funcionan muy bien:

  • WhatFont (muy directa)
  • Fontface Ninja (te deja incluso probar la fuente)
  • WhatRuns (detecta tecnologías y también fuentes)

Mirar el código con el inspector del navegador

No necesitas ser desarrollador en una agencia web. Es más fácil de lo que parece:

  1. Clic derecho sobre el texto.
  2. “Inspeccionar” o “Inspeccionar elemento”.
  3. A la derecha verás una línea tipo: font-family: ‘Montserrat’, sans-serif;.

Herramientas online si solo tienes una imagen

Hay webs que convierten una captura en pistas sobre la fuente. Muy útil cuando el texto está en un banner, un logo o algo que no se puede seleccionar.

Algunas que suelen acertar bastante:

  • WhatTheFont (de MyFonts)
  • FontSquirrel Matcherator
  • Fontspring Matcherator

¿Y si aparece un listado de varias fuentes?

A veces verás algo así: font-family: «Lato», «Arial», sans-serif;. Normalmente la primera es la original y las demás son por si falla. Si dudas, puedes ir a Google Fonts y comprobar cuál encaja, ya que puede que sea una fuente de pago o incluso exclusiva.

Pasa más de lo que parece. Muchos sitios usan fuentes premium o incluso personalizadas, con la ayuda de agencias de desarrollo web. Aun así, saber el nombre te permitirá buscar alternativas parecidas o alguna versión gratuita. Ya hablaremos luego de eso.

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Por qué interesa saber qué fuente usa una web

Cuando alguien busca cómo saber el tipo de fuente que usa una web, casi nunca lo hace por curiosidad. Algo le ha llamado la atención. Puede ser una sensación de “esto encaja con mi marca”, o simplemente que la tipografía transmite justo lo que uno quiere conseguir. A veces ni siquiera sabes por qué te gusta, solo notas que funciona. Y claro, quieres descubrir qué hay detrás.

Inspirarte sin copiar a ciegas

Cuando estás creando una web o definiendo una marca con ayuda de una agencia de estrategia digital o por tu cuenta, ver tipografías en contexto ayuda mucho más que perderte entre listados interminables. 

Ves una web que respira elegancia, o una que transmite cercanía, y piensas: ¿cómo saber el tipo de fuente que usa esta web para conseguir ese efecto? Identificarla te sirve como punto de partida, no como final.

Entender qué está haciendo tu competencia

Quien trabaja en marketing, diseño o branding suele tener un radar encendido. Si un competidor está usando una tipografía concreta y le funciona bien a nivel visual, quizá hay una razón detrás. 

No para copiar, pero sí para entender hacia dónde se mueve tu sector. Incluso para decidir hacer lo contrario a propósito.

Mantener coherencia si ya tienes una identidad

A veces no es cuestión de descubrir algo nuevo, sino de recordar lo que ya estabas usando. Puede que tu web tenga una fuente concreta y ahora quieras aplicarla en un blog, un banner o una campaña. Saber cómo saber el tipo de fuente que usa una web, incluso si es la tuya, te salva de andar adivinando o probando combinaciones hasta dar con ella.

Mejorar la experiencia del usuario sin que se note

Una tipografía incómoda puede arruinar una página entera. El usuario no siempre sabe decir qué está mal, pero siente que algo no fluye. Una fuente clara y bien equilibrada retiene más, transmite confianza y simplifica la lectura. 

Ver qué utilizan las webs que navegas sin esfuerzo te da pistas de lo que funciona en la práctica.

Pasar de mirar a construir

Cuando entiendes cómo saber el tipo de fuente que usa una web, dejas de mirar el diseño como un espectador y empiezas a verlo como un sistema que puedes desmontar y adaptar. 

No es solo encontrar un nombre, sino preguntarte si esa fuente encaja en tu contenido, si tiene variantes suficientes o si necesitarías acompañarla con otra para los titulares.

Métodos para identificar la fuente de una web paso a paso

Cuando empiezas a fijarte en tipografías, ya no ves solo palabras, ves decisiones. Y si has llegado hasta aquí porque te preguntas cómo saber el tipo de fuente que usa una web, necesitas algo más que una explicación técnica: quieres un método claro. Algo que puedas probar ahora mismo, sin frustrarte a los dos minutos.

  • Fontface Ninja: incluso te deja probar frases con la fuente.
  • WhatRuns: no es solo para tipografías, pero suele detectarlas.

Usar el inspector del navegador: más control, más información

Este método no requiere instalar nada y te da más detalles. No te preocupes si no eres desarrollador o no cuentas con la ayuda de una agencia de desarrollo web, la lógica es simple.

Prueba así:

  1. Clic derecho sobre el texto que te interesa.
  2. Pulsa “Inspeccionar” o “Inspeccionar elemento”.
  3. En la parte derecha, dentro del CSS, verás algo como font-family: ‘Poppins’, sans-serif;.

Herramientas online para cuando la fuente está en una imagen

A veces la fuente no se puede inspeccionar porque está en un banner, un logo o un título en formato imagen. No pasa nada. Puedes subir una captura y dejar que una herramienta intente identificarla.

Algunas opciones útiles:

  • WhatTheFont (de MyFonts): basada en comparación visual.
  • FontSquirrel Matcherator: subes la imagen, ajustas el texto y listo.
  • Fontspring Matcherator: buena alternativa si buscas fuentes similares.

Cuando dudas, comparar a ojo también funciona

Hay casos en los que la herramienta te sugiere varias fuentes posibles y no tienes claro cuál es. Lo típico. Puedes buscar esas fuentes en Google Fonts o Adobe Fonts, escribir una frase similar y comparar visualmente. A veces el ojo humano confirma lo que las herramientas no acaban de resolver.

Cómo saber si una fuente viene de Google Fonts, Adobe Fonts u otra plataforma

Llegados a este punto ya sabes cómo saber el tipo de fuente que usa una web. Pero cuando ves el nombre, puede quedarte una duda bastante lógica: ¿de dónde sale exactamente esa tipografía? ¿Estoy ante algo gratuito? ¿Es de pago? ¿Podré usarla sin líos legales o está reservada para quienes pagan una licencia? Todo eso se puede detectar con un poco de observación.

Cuando la fuente viene de Google Fonts

Google Fonts es el sitio al que acuden muchas webs porque es gratis, fácil de integrar y fiable. Si la fuente viene de ahí, el código suele delatarlo. En el inspector del navegador verás rutas que empiezan por algo como: https://fonts.googleapis.com/…

También puedes reconocer nombres muy habituales: Roboto, Poppins, Montserrat, Lato, Open Sans y otros clásicos que ya suenan familiares. Si es una fuente de este tipo, casi seguro que podrás usarla sin problemas en tu propio proyecto.

Si aparece Adobe Fonts (antes Typekit)

En proyectos más cuidados visualmente o en marcas que trabajan con diseñadores, es bastante común ver fuentes de Adobe Fonts. ¿Cómo lo detectas? Normalmente el código incluye rutas que hacen referencia a dominios como:

use.typekit.net

O ves variables que empiezan con tk-. En ese caso, significa que la tipografía pertenece a la biblioteca de Adobe y está asociada a una cuenta activa de Creative Cloud. Es decir, no es accesible libremente a menos que tengas suscripción.

Fuentes personalizadas o compradas en otros sitios

A veces la fuente no viene de Google Fonts ni de Adobe, sino que está alojada directamente en la propia web. Eso suele indicar que es una fuente comprada, exclusiva o incluso diseñada a medida por una agencia web. Suelen estar en carpetas del estilo:
/fonts/
/assets/fonts/
/wp-content/themes/…/fonts/

Además, los archivos suelen tener extensiones como:

  • .woff o .woff2 (las más habituales para web)
  • .ttf
  • .otf

¿Y si la fuente está en varios sitios a la vez?

Hay tipografías que existen en versión gratuita dentro de Google Fonts pero también en versiones más completas dentro de plataformas de pago. Si no estás seguro, puedes buscar su nombre directamente en Google, en Google Fonts o en Adobe Fonts. 

También puedes consultar marketplaces como MyFonts o Fontspring, que muchas veces indican si existe una versión free o solo comercial.

Qué hacer cuando la fuente no se puede descargar directamente: alternativas legales y parecidas

A veces ya has resuelto cómo saber el tipo de fuente que usa una web y te ilusionas pensando en aplicarla en tu propio proyecto… hasta que descubres que no se puede descargar fácilmente o que está protegida por una licencia que no encaja con tu presupuesto. 

Ahí llega el bajón. Pero no es el final del camino. Hay formas de seguir adelante sin meterte en problemas legales ni renunciar a ese estilo que te había atrapado.

Buscar versiones gratuitas o de prueba

Algunas fuentes de pago ofrecen versiones con menos estilos o pesos que se pueden usar gratis, sobre todo para proyectos personales o para probar si encajan. Plataformas como MyFonts, Fontspring o Creative Market a veces incluyen muestras o paquetes reducidos. Merece la pena revisar antes de descartarla por completo.

Encontrar alternativas similares visualmente

Cuando no puedes usar la fuente exacta, puedes buscar una parecida. Hay herramientas pensadas justo para eso:

  • El sistema de sugerencias de Google Fonts, que propone fuentes del mismo estilo.
  • WhatFontIs, que muestra fuentes alternativas gratuitas parecidas a la original.
  • FontPair, útil si además quieres ver cómo funcionaría combinada con otra tipografía.

Buscar por estilo en lugar de por nombre

Si entiendes qué transmite la fuente original (moderna, elegante, técnica, cercana), puedes buscar dentro de categorías parecidas. Por ejemplo: sans serif limpia para diseño minimalista, serif clásica para algo editorial o elegante, etc.

Revisar la licencia antes de usar cualquier fuente

Es fácil pensar “si ya sé cómo saber el tipo de fuente que usa una web, la uso y listo”. Pero si se trata de una tipografía de pago o con restricciones, puedes tener problemas legales si la usas en proyectos comerciales sin permiso. 

Muchas fuentes son gratuitas solo para uso personal y requieren una licencia para web, branding o redes sociales. Conviene asegurarse bien.

Preguntas frecuentes sobre cómo saber el tipo de fuente que usa una web

A estas alturas ya sabes bastante, pero si trabajas en una agencia de diseño web, en una agencia de estrategia digital o simplemente estás creando algo tuyo, puede que sigan rondándote dudas. Las recogemos porque son justo las que más suelen salir en conversaciones con clientes o en proyectos internos cuando alguien se ha quedado enganchado a una tipografía.

¿Se puede saber la fuente incluso si el texto está dentro de una imagen?

Sí. Ahí no puedes inspeccionar código, pero puedes hacer una captura y subirla a herramientas como WhatTheFont o FontSquirrel Matcherator. No siempre aciertan al cien por cien, pero suelen acercarse bastante y darte pistas para seguir buscando.

He identificado la fuente, pero es de pago. ¿Qué hago?

Antes de descartarla, revisa si tiene versión gratuita limitada o de prueba. Si no, puedes buscar fuentes parecidas en Google Fonts o con herramientas que ofrecen alternativas visuales. Muchas veces lo que te gustaba no era el nombre, sino la sensación que transmitía.

¿Es legal usar cualquier fuente que encuentre tras saber cómo saber el tipo de fuente que usa una web?

No siempre. Algunas fuentes son gratuitas para cualquier uso, otras solo para uso personal y otras requieren licencia para proyectos comerciales. Identificar la fuente está bien, pero usarla sin revisar su licencia puede traerte problemas si la web es corporativa o publicitaria.

¿Cómo sé si la fuente viene de Google Fonts o de Adobe Fonts?

Puedes detectarlo mirando su origen en el inspector del navegador. Si se carga desde fonts.googleapis.com, está en Google Fonts. Si aparece use.typekit.net o ves un código con algo tipo tk-, forma parte de Adobe Fonts y requiere suscripción activa.

En el código aparecen varias fuentes en la propiedad font-family. ¿Cuál es la buena?

La primera suele ser la que realmente ves. Las demás son alternativas de respaldo por si la principal no carga. Puedes comprobarlo probando cada una o comparándolas visualmente.

¿Cómo puedo integrar la fuente en mi web una vez la tengo localizada?

Depende del origen. Con Google Fonts basta con copiar el enlace desde su plataforma. En Adobe Fonts tienes que activar un kit desde tu cuenta. Si tienes los archivos (.woff, .ttf, .otf), puedes subirlos manualmente e integrarlos con CSS. En Jevnet solemos revisar también el impacto en el rendimiento antes de lanzarla en producción.

¿Cuándo es mejor buscar una alternativa en lugar de obsesionarse con la original?

Cuando no puedes adaptarla legalmente, no encaja técnicamente o empieza a complicarte más de lo que aporta. A veces una buena alternativa gratuita y accesible es más útil que perseguir una fuente exclusiva que no podrás mantener.

¿Una tipografía puede influir en la conversión de una web?

Sí, y mucho. Una fuente incómoda o que transmite el tono equivocado puede hacer que el usuario desconecte antes de leer. Una tipografía bien elegida refuerza la confianza, mejora la legibilidad y guía sutilmente la experiencia. Por eso no es solo un detalle estético: tiene impacto real en comportamiento.

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Conclusión

Cuando alguien se pregunta cómo saber el tipo de fuente que usa una web, en realidad suele estar buscando algo más que un nombre. A veces es una sensación que quiere replicar. O un tono visual que encaja con lo que tiene en mente para su marca. Descubrir la fuente es importante, sí, pero no es el final del camino: es el momento en el que empiezas a decidir con criterio.

En Jevnet, como agencia de estrategia digital, lo vemos cada vez que trabajamos en proyectos donde la identidad visual lo cambia todo. Una buena tipografía no solo hace que algo se vea bonito, hace que se lea mejor, que se entienda más rápido y que el usuario confíe antes en lo que ve. Hay fuentes que invitan a seguir leyendo y otras que sacan de la experiencia sin darte cuenta.

Lo que puedes hacer ahora que ya sabes identificar una fuente

Saber cómo saber el tipo de fuente que usa una web te abre puertas. A partir de aquí puedes:

  • Comprobar si esa tipografía se alinea con tu marca o solo te gustó por el contexto en el que estaba.
  • Ver si está disponible en Google Fonts, Adobe Fonts o bajo licencia comercial.
  • Buscar alternativas parecidas si no es accesible.
  • Pensar cómo funcionaría combinada con otra en titulares, párrafos o botones.
  • Preguntarte qué transmite y si eso es lo que tú necesitas transmitir.

Y si quieres elegir la fuente con cabeza, aquí estamos

Elegir una tipografía no debería hacerse solo porque “queda bien”. En Jevnet, como agencia de diseño web, buscamos que tenga sentido con la personalidad de la marca, el comportamiento del usuario y los objetivos del proyecto. Que no solo se vea bien, sino que funcione bien.

Si necesitas ayuda para encontrar esa tipografía que no solo te guste, sino que cuente lo que quieres contar, podemos acompañarte en ese proceso.

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