Enviar una campaña de mailing con el objetivo de obtener los mejores resultados, pero al cabo de los dos días o incluso menos, ves que todo ha quedado en el buen propósito. Esto es lo más común cuando no tienes una estrategia bien desarrollada y pensada desde un inicio.
Hay muchos factores a tener en cuenta en el momento de planificar una campaña de mailing, pero primero de todo deberemos saber en líneas generales qué KPI’s serán los más relevantes para saber si ha funcionado o no. Hay uno que es determinante y es saber las aperturas de envíos. Este indicador marcará que después hayamos colocado un Botón Bien Bonito ( las 3 b’s de la conversión ) para que se pueda materializar una conversión.
Bien, vamos a ver como podemos hacer para que el ratio de aperturas sea el más elevado posible y lo dividiremos en dos acciones concretas que después analizaremos. Una será el asunto del mailing y otra la segmentación. Es evidente que hay más puntos a tener en cuenta, pero cada caso marca cada decisión.
El asunto del mailing.
No descubrimos nada, contra más atractivo sea el subject, más ratio de apertura vamos a conseguir pero, cómo hacemos para que el asunto sea incitador?
Aquí juegan varios factores y el motivo de la newsletter. Tenemos que ser lo suficientemente hábiles como para llamar la atención del receptor, conseguir que al leer el asunto la intención del usuario sea el clic. Vamos a poner un ejemplo para que que quede más claro. Si el propósito de una campaña es la venta de productos para bebés, primero de todo deberemos pensar en el perfil de las personas que vayan a recibir el email, qué tipo de comunicación utilizar es clave, saber como captar la atención será el deseo y jugar con palabras claves seguramente que sea el éxito de la acción.
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Segmentación.
El punto anterior no va a tener ningún sentido si la segmentación del listado de envío es a personas mayores de 50 años o en líneas generales a un listado de estudiantes de economía.
A pesar de que no es una tarea sencilla, debemos crear listas con una buena segmentación y contra más depurada sea esta, más opciones de conversión. Por ejemplo, si queremos realizar una campaña de un restaurante japonés, vamos a poder crear una campaña de mailing dirigida a un target de personas amantes de la gastronomía y seguramente tenga un ratio elevado de aperturas, pero ahora bien, si conseguimos reducir esta listado a un perfil de personas amantes exclusivamente de la gastronomía asiática vamos a tener un porcentaje mayor de conversiones. Si además, reducimos aún más esta lista a clientes de restaurantes de la competencia, es posible que todavía sea mucho mejor.
El comprar bases de datos tampoco es una buena opción. Si queremos tener el mayor éxito, esta base de datos la vamos a tener que conseguir nosotros mismo con intenciones y aportaciones de nuestros fans o públicos objetivos, saber llegar a ellos para ofrecer algo tan relevante que consigamos que se conviertan en suscriptores -esto no se consigue de otra manera que con una buena estrategia de captación. Serán nuestros suscriptores, vamos a conocer sus intereses, incluso vamos a saber en que momento o con que acción tomaron la decisión de suscribirse, por lo que será mucho más sencillo la segmentación para nuestras campañas de mailing y después crear el contenido para el objetivo.
Si logramos lo comentado vamos a tener una gran oportunidad y una buena estrategia de email marketing marcará la diferencia en una campaña de mailing. Atención, interés, deseo y acción… o lo que es lo mismo, envío de la newsletter, un buen asunto, un contenido bien elaborado pensado en persuasión y la conversión del propósito de la campaña de mailing.